viernes, 17 de junio de 2011

Dana Morgan

Dana Morgan fue la primera mujer del dibujante Robert Crumb, su primer matrimonio y su primer contacto físico con el género femenino. Se conocieron en 1964 y se casaron poco después. Crumb se lamentaría en lo sucesivo del vaticinio con el que su padre le advertía cuando era chaval: “te casarás con la primera chica que se cruce en tu camino”. Y así fue.
El matrimonio fue un completo desastre. Una mezcolanza insoportable de desidia, experimentación con el L.S.D y sexo insatisfactorio, dejando a Crumb con un poso de amargura que a punto estuvo de llevarle al suicidio. En 1967 huyó a San Francisco, abandonando Cleveland, su trabajo como dibujante de postales y a Dana, sin saber que ésta se encontraba embarazada del que sería su primer hijo, Jesse. Al mismo tiempo que se convertía en un afamado dibujante independiente, Robert Crumb perdió de vista a su mujer y a su hijo, volviendo a encontrarse con ellos en contadas ocasiones. En lo sucesivo, la pareja libró en una terrible guerra de pleitos con abogados, dinero y denuncias de por medio que cesó en 1974, obteniendo el divorcio. Crumb volvió a casarse a finales de los setenta con la también dibujante Aline Kominsky, la que sigue siendo su señora en la actualidad.
Admiro a Crumb. Adoro sus cómics. Comparto su gusto por mujeres de traseros hiperdesarrollados y robusta naturalidad y me identifico con su misantropía, menos acusada por mi parte, eso si; pero me entristece sobremanera pensar en el destino de Dana Morgan. Seguramente Crumb nunca estuvo enamorado de Dana; a buen seguro ella sí de él.
El dibujo que adjunta este post lo trazó Robert Crumb con Dana como musa. Me parece un ejercicio de ternura, de sana idolatría a la primera chica que besó; un homenaje a la rotundidad de sus formas, que él tanto apreciaba.
¿Que ha sido de ti, Dana Morgan?

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